En Puerto Rico, el año 2025 arrancó con el lanzamiento por YouTube del cortometraje de Bad Bunny que promociona el 6to álbum del artista, que estrenó hoy, 5 de enero. Se titula Debí tirar más fotos.
La cinta fue escrita y dirigida por el propio Benito Antonio Martínez Ocasio y el cineasta Arí Maniel Cruz Suárez, y fue protagonizado por el icónico, Jacobo Morales. Dura 13 minutos y ha generado gran eco mediático, como todo lo que hace Bad Bunny, sobre todo en los últimos años.

Este proyecto cinematográfico es particularmente interesante y valioso, ya que aborda temas apremiantes como: la gentrificación, la soledad entre la población envejeciente, la brecha digital generacional, la inflación, la identidad cambiante y también la acelerada transformación social, cultural y política que enfrenta la isla en la actualidad, propulsada por motores como la Ley 20 y 22.
Precisamente por la aprobación de estas leyes, la cantidad de extranjeros que reside en la isla, muchos en busca de evasión contributaria y los beneficios que aportan paraísos fiscales como Puerto Rico, ha aumentado a 32 mil habitantes, cerca del 1% de la población. Y aunque esta cifra no aparenta ser muy elevada ni significativa, el impacto de la transformación social que ha visto la isla en los últimos años sí lo es y este cortometraje invita a la población a tomar una pausa y reflexionar sobre el particular.
Qué muchas cosas he vivido, dice Jacobo Morales en la primera escena de la cinta, mientras sumerge sus manos en la tierra y habla con su amigo (¿imaginario?), el Sapo Concho.
Mientras su compañero representa el apego a la tierra, la compañía, la añoranza y la nostalgia, otros elementos de la cinta ponen en evidencia una yuxtaposición evidente: la imposición de una cultura capitalista, extranjera y ajena. He visitado muchos lugares del mundo, pero ninguno como Puerto Rico. O lo que era… dice el personaje de Jacobo.
La nostalgia que viven, tanto viejos como no tan viejos, por el recuerdo del Puerto Rico de antaño es un sentimiento real, palpable y de fuerte unión e identidad nacional. Debí tirar más fotos es una cinta que pone en evidencia la sensación de pena amarga que experimentamos todos los que vivimos aquí y que a menudo no reconocemos nuestro propio país, ni nos reconocemos dentro de esta nueva realidad. Desde los últimos años, sentirse como extranjero en Puerto Rico, aún siendo boricua, no es algo fuera de lo común. Representa un sentimiento compartido.
Rincón es ahora el enclave de los extranjeros, igual que otros pueblos como: Aguadilla, Isabela, San Juan, Cabo Rojo y un largo etcétera, donde a menudo te ves obligado a ordenar un café o almuerzo en inglés (y con precio estadounidense), para hacerte entender. Y el problema no necesariamente recae en hablar otro idioma, sino en la violenta imposición de una realidad ajena en nuestra propia tierra y a cuesta de la nuestra propia.
El personaje de Jacobo Morales representa la población envejeciente de baby boomers, que sigue aumentando en Puerto Rico y que ahora, saturados y desorientados ante la revolución digital, nadie les acerca una brújula para saberse navegar entre el mundo de aplicaciones y teléfonos inteligentes.
En la cinta, Morales lleva toda la vida acudiendo a la misma panadería en su comunidad en el Viejo San Juan, sin embargo, ahora, en lugar de cruzarse con sus vecinos en la calle, se topa con meros turistas y un escenario muy ajeno. Una cajera extranjera (¿estadounidense?) le toma la orden, no habla su idioma ni le entiende, le ofrece unas opciones gastronómicas ajenas a lo acostumbrado (¿quesito sin queso?, ¿papa cheese?), le vende productos de costo inflado y al final, la escena deja al espectador sintiendo un popurrí de emociones: pena, frustración, indignación, confusión.
Como si fuera poco, el personaje de Jacobo, aturdido ante toda la escena que tiene de frente, no puede siquiera pagar la orden de comida que ha pedido y por la cual le han cobrado $30, porque no aceptan efectivo en la panadería y solo puede pagar a través de su celular. La brecha generacional digital es un tema preocupante que Bad Bunny ha sabido traer maravillosamente bien a la luz pública gracias a esta cinta.
Vivimos en un Puerto Rico que hemos dejado de conocer. Un Puerto Rico ajeno donde en más rincones que quisiéramos, nos hablan en otro idioma, nos tratan de otra manera y nos vemos forzados a aceptar la nueva realidad sin refutar: ser extranjero en nuestra propia tierra.
Debí tirar más fotos es una cinta genial, emotiva, meritoria de ser vista. Con cada día se torna más difícil ignorar esta nueva realidad que ahora más que nunca, prescinde de nuestra conciencia y acción.
Mantener las tradiciones e idiosincrasia puertorriqueña será la única vía para recuperar lo nuestro y detener que se nos escape el tiempo y de paso, también los vestigios de nuestra cultura.
De lo contrario, las fotos serán el único recuerdo tangible de lo que fuimos.


Deja un comentario